" A veces, un solo ser nos falta y todo parece despoblado"
Alphonse De Lamertine
" A veces, un solo ser nos falta y todo parece despoblado"
Alphonse De Lamertine
Ilustración de @fede.calde
DUELO Y FINAL DE AÑO
Se acerca el final de año y en unas horas probablemente tu móvil se llene de mensajes que digan: “¡Feliz 2023”, “¡Por un año lleno de salud, amor y felicidad!” … y tú, según en qué momento te encuentres, te revuelvas por dentro pensando que qué falta de empatía, que cómo vas a tener tú un feliz año, que de qué amor te hablan si nadie va a devolverte a tu marido, a tu hija, a tu padre… Muy probablemente te costará empatizar con esa alegría y, muy probablemente, sentirás que no puedes cerrar una etapa, que este año está marcado a fuego para siempre y que este dolor te va acompañar toda la vida.
Es mi tercer año nuevo tras su muerte… Y solo puedo decirte que ese dolor no te va a acompañar toda la vida con esa intensidad, con esa ira, con esa sensación de vacío y de precipicio ante lo que vendrá. Es difícil creerlo, pero es así. Si el duelo no perdiera intensidad, probablemente no podríamos resistirlo. Hay quien habla de “superar” la muerte de un ser querido. Somos muchos los que pensamos que un duelo no es un proceso para superar nada y que nunca se supera la muerte de un ser querido, pero el duelo sí es un proceso en el que aprendemos a vivir con el recuerdo de quien se marchó, agradeciendo su tiempo en nuestra vida y todo lo que vivimos con él. El dolor pierde intensidad y nuestros sentimientos de ira, tristeza, desolación y abandono, se van transformando para recordar a nuestro ser querido con todo el amor que merece.
Cuando nos enfrentamos a un duelo por suicidio, ninguno de nosotros quiere que su suicidio sea lo que defina su vida y, por eso, no deberíamos tampoco permitir que sea lo que defina ahora la nuestra. Puede dar un giro a nuestra vida, podemos comprometernos en causas sociales relacionadas o no con el suicidio, y podemos, sobre todo, comprometernos a vivir, sencillamente, vivir, con el recuerdo de quien fue y todo lo hermoso que nos dejó.
Para conseguirlo, te comparto mis deseos para este 2023:
Deseo seguir creciendo y aprendiendo a honrar su recuerdo más allá del dolor que me dejó su muerte.
Deseo seguir aprendiendo a recordar quiénes fuimos antes de que la vida se le hiciera un lugar insufrible.
Deseo seguir trabajando para superar las consecuencias que tuvo en mí propia salud encontrar su cuerpo.
Deseo que todos y cada uno de los supervivientes de suicidio alcemos la voz para pedir menos silencio, menos estigma, más ayudas y servicios de salud mental de calidad para todos.
Deseo que todo aquel que hoy está pensando en acabar con su vida, encuentre la luz que le haga darse un día más, y mañana, de nuevo, encuentre esa luz… Y que no sienta nunca vergüenza ni miedo a pedir ayuda porque siente que no puede más con su dolor. Solo así podremos ayudarle.
Deseo que encuentres el lugar seguro donde hablar de lo que sientes, que te lo permitas y que no te juzgues por ello.
Deseo que no te castigues con la culpa, aceptes que no la tienes, y te perdones y entiendas que todo lo que no viste o no hiciste, fue porque no sabías todo lo que sabes hoy.
Deseo que alejes de tu vida a todo y a todos los que no te aporten un hogar donde crecer y sanar.
Deseo que te permitas sonreír, reír, mirar a la vida aprendiendo a disfrutar de los pequeños detalles que te hagan conectar de nuevo con la vida: el sabor de un café con una buena amiga, la risa de tu hijo, el calor del abrazo de tu marido… Permítete sentir, no solo tu dolor, recuerda cómo es sentir esas otras emociones.
Deseo que te permitas vivir
Te abrazo, fuerte y sinceramente,
Nur
Líneas de atención a la conducta suicida:
Teléfono de la esperanza: 717 003 717
Atención a la conducta suicida: 024
Ayuntamiento de Barcelona y Fundación Ayuda y Esperanza: 900 92 55 55
La Barandilla: 911 385 385
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